Un agudo dolor en el pecho
Regocijante sensación de olvido
Todo se torna oscuro
Desfallecimiento de los sentidos
Aire... Te falta el aire...
Imágenes confusas, una pecaminosa vida
Has de pagar por tanto daño...
Doloroso placer de tu piel carcomiéndose...
Que sensual son tus gemidos...
Sufre... Hazme sentir dolor...
Que los anzuelos de la vida encajen en mí
Intromisiones en el pecho
Se abre el sueño dentro de un sueño perdido
La canción mas sincera es la que te destroza el oído
Quiero sangrar la muerte por los poros
Amasar los infiernos entre mis dedos
Destrozar flores en mis dientes
Encajar en al vida es tan imposible
Que mi cuerpo llora de muerte añorada
No hay nada más divino que mancillar tu cuerpo...
Ultrajarlo y proporcionarte placer...
Una pintura en la pared nos mira fijamente
Creo que entiende que actos cometemos...
Creo que siente lo sulfurante del momento
Creo que sabe el desdichado destino anhelado...
Tranquilo saciaré tu deseo
Te haré feliz
Hazme feliz
Las dictaduras de mi mente no me dejan
Me pierdo entre las verdes células de mi camisa
Mi cuello se quiebra con un leve movimiento de tus manos
Mi nuca es un espacio profano
Con un cuchillo marcare tu cuerpo
Un círculo de sangre encajara en la vida
Ya no tendrás que vivir de pensamientos ajenos
La muerte esta masticando tus rodillas
Espero q en tus sueños halla un niño gris
Tejiendo
Andenes en el ocaso
Mantente latente mientras todo sigue su curso
Me gusta ver tu dolor...
Te complace hacerme sentir el sadismo en la piel...
Todo se funde...
Todo es nada... Y en la nada estamos...
No cierres los ojos...
Mírame... Tranquilo, no me haces daño...
Me gusta, sigue, me gusta...
La sangre brota a borbotones...
Y te queda muy bien...
Mi mirada se pierde...
Me excitas... Me haces sentir invencible...
Somos dioses en el infinito de las mentiras del hombre...
Somos dioses... Superamos paradigmas...
Seremos libres... Tendremos como elegir…
Hazme libre...
El texto y foto de mi querida amiga del alma Antonietta que tanto la aprecio!
Es como volar sobre el ancho mar.
Seria tan fácil si pudieras ver desde aquí,
Como explicar tanta inmensidad.
Contacto puro al fin,
El cielo es mi techo y es suelo es el mar,
Voy a caminar.
En el silencio se puede percibir, oír,
Un estallido que crece ,crece ;esta ahí.
No es un misterio, eso ayuda a vivir.
Es el intento, por eso es que estamos aquí.
Oscuridad lunar, dulce respirar,
El rocío de la noche, a sombras no hay reproches
Y porque descifrar tanta realidad,
Me duermo entre estrellas y saludo al planeta; y fin,
De tanta realidad, es desencajar
No es un misterio, eso ayuda a vivir.
Es el intento, por eso es que estamos aquí.
Suicidio en masa. Descansa, tranquilo, quieto. Se prepara, levemente y cobarde. Me tienen, me agarraron haciendo lo que esperaban que hiciera en el lugar apropiado. Ni siquiera preguntándome qué es todo esto. Me tienen aquí, con patas de araña atrapando mi cerebro. Suicidio en masa... o es que me agarraron justo. Me hicieron trizas contra el pavimento, me engañaron, me persiguieron caminando por callao, vuelta, dos cuadras, el celta, la mesa. Me atraparon queriendo de todo hasta arrinconarme en el lugar apropiado. Tan apropiado que no quiero salir, tan apropiado que ya no encuentro otras formas de vivir. Me agarraron creyendo que esperaba con esperanza. Me atraparon todas las palabras, me paralizaron. Me desordenaron hasta la total contradicción. O no? o si? o todavía puedo decir no? es mi respuesta favorita. Si todavía me quedan fuerzas para hacer algo, qué? qué puedo hacer? Me tienen con mis supuestas salvaciones, con la duda marcándome a cada paso. El daño me permite la felicidad del dolor. Me tienen prefiriendo dolor a una supuesta alegría. Me agarraron en invierno, con resaca, antes de las doce del mediodía, el sábado. Me tienen en la telaraña, me tienen sin querer salir, hundiéndome cada vez más abajo. Antes sabía... qué sabía? Ahora se que nada. Me tienen queriendo, obligándome a teorizar, intelectualizar, concientizar. Alguien me advierte. Es desesperación, sólo eso. Sigo todavia en el mismo sábado, a la una de la tarde, nublado, frío, sin guantes, con una cerveza en la mano. Ando calles solitarias, buscando más bares. Me tienen agarrada a mi máquina de escribir, atada a mis cosas. Me tienen como quieren. No me tengo. Me desespero. No tengo palabras, y lleno hojas y hojas de pensamientos incoherentes. Me agarraron, me dejaron, me soltaron un poco. Tal vez para que crea que puedo. ¡Qué tortura! Estoy cigarrillo tras cigarrillo, achicando ansias. Hasta que me duermo, me muero. Me desmayo, me caigo, me pego contra la pared, no puedo vomitar, no puedo vomitar... El suelo se mueve y las paredes están quietas. Al menos tengo una perspectiva, con la luz, roja, amarilla, verde. Me tienen haciéndome hablar cosas coherentes cuando en realidad mejor no digo nada. Me tienen así, me tienen vibrándome las venas de ansiedad, de sed, ansiedad por mas. Me tienen con ir más rápido hasta que no pueda parar. Me calmo. Vuelvo en soledad. Pienso automatizar algunos descansos. Pienso que si no, no hace falta que me suicide, porque me muero. Me tienen con mis escritos, y mi no hay salida, cada vez mas fácil. Me invento algunas reconciliaciones con el entorno, pero qué me importa? Todo por un trago, ahora, ya, no mañana, cuando no esté, y si estoy, ¿qué? Me tienen con mi fanzine, mi banda, mi discurso egoísta autocompasivo monotemático. Decime qué! yo no sé. Tengo que buscar continuamente las formas de sobrevivir. Vos tambien? Te pasa lo mismo? Me olvidé de vos. Me olvidé de vos. Me olvidé.