Dicen que cuando se cae al vacío los instantes se ralentizan pareciendo eternos y que la certeza del golpe paraliza de terror el corazón antes del impacto contra el suelo aunque sea poca la altura . Todos y cada uno de los incontables segundos que han pasado desde que tuve la intuición -no fallé , maldita sea - de que no volverías han sido una interminable caída , una caída a un pozo oscuro, asfixiante , terrorífico e inacabable , una caída sin fin y sin esperanza de final o quizás más bien con la esperanza de que por fin mi corazón se detuviera de golpe agotado por la pena , el dolor , el miedo , o la ausencia , o por todos ellos juntos , combinados como un cóctel letal .